La Platgeta

Experiencia negativa: Calella de Palafrugell: Entre la Belleza y la Comercialización Calella de Palafrugell, con su pintoresco puerto y sus calas de aguas cristalinas, ha sido durante años un refugio para aquellos que buscaban un escape de la masificación turística. Sin embargo, su encanto natural la ha convertido en un destino cada vez más popular, lo que ha generado una serie de consecuencias que están transformando este rincón de la Costa Brava. Uno de los problemas más evidentes es la **masificación turística**. Durante los meses de verano, las calles estrechas de Calella se ven abarrotadas de visitantes, lo que dificulta disfrutar de la tranquilidad y la autenticidad que caracterizaban a este pueblo. Las playas, antes solitarias, ahora se encuentran repletas de sombrillas y hamacas, y encontrar un lugar para aparcar se ha convertido en una odisea. Esta creciente afluencia de turistas ha tenido un impacto directo en los **precios**. Los restaurantes, que antes ofrecían una cocina local a precios asequibles, ahora han elevado sus tarifas de manera considerable. No es raro encontrar platos sencillos con precios desorbitados que a mí personalmente me da la risa, ha alejado a muchos visitantes habituales y ha dificultado el acceso a la gastronomía local para los residentes. Precios para ricos de Europa. La **pérdida de identidad** es otro de los aspectos preocupantes. La proliferación de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes de comida rápida ha homogeneizado el paisaje urbano, desdibujando la personalidad de Calella. Los edificios tradicionales se ven cada vez más rodeados de construcciones modernas y poco integradas en el entorno. Es comprensible que los habitantes de Calella quieran beneficiarse del turismo, pero es fundamental encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del patrimonio natural y cultural. Es necesario implementar medidas para regular el flujo de visitantes, fomentar un turismo más sostenible y proteger el entorno natural. Si miras hacia el mar verás unas doscientas embarcaciones destrozando el fondo marino con sus anclas. En conclusión, Calella de Palafrugell se encuentra en un punto de inflexión. Su belleza natural y su encanto la han convertido en un imán turístico, pero la masificación y la subida de precios amenazan con desvirtuar su esencia. Es hora de reflexionar sobre el modelo turístico actual y buscar alternativas que permitan disfrutar de este lugar sin poner en peligro su futuro. ¿Qué opinas tú sobre esta situación?

Experiencia fantástica: Un lloc molt bonic, es pot arribar fent un passeig, el mirador es preciós, pot ser el accés hauria de estar una mica millor. L'aigua molt neta i de uns colors turqueses impressionants. Com negatiu masses restaurants.

Experiencia positiva: Es una playa muy bonita, recomendable hacer el camino de ronda de noche

Experiencia fantástica: Muy fácil acceso mediante escaleras. Playa muy tranquila y a 20 metros de los restaurantes de la ciudad.

Experiencia fantástica: Preciosa Cala en Palafrugell.Esplendidas vistas. Pueblito blanco mediterráneo en cuesta con tiendas y ambiente lleno de encanto. Hay aparcamientos.

Experiencia fantástica: La Platgeta, una playa que por su ubicación tiene poco oleaje, de fondos arenosos y aguas cristalinas azul turquesa, y de tierra gruesa de un color dorado intenso, una playa urbana en pleno centro de Calella de Palafrugell frecuentada por los locales y en la que como se puede ver en la fotografía no está permitido el acceso a los perros, no me pareció ver que tuviese aseos ni puesto de socorrismo, pero la Platja d’en calu está cerca y está sí que tiene puesto de socorro, se ubica en el paso del camino de ronda que recorre todo el litoral palafrugellense y se accede a través de una escalinata.

Experiencia negativa: Calella de Palafrugell: Entre la Belleza y la Comercialización Calella de Palafrugell, con su pintoresco puerto y sus calas de aguas cristalinas, ha sido durante años un refugio para aquellos que buscaban un escape de la masificación turística. Sin embargo, su encanto natural la ha convertido en un destino cada vez más popular, lo que ha generado una serie de consecuencias que están transformando este rincón de la Costa Brava. Uno de los problemas más evidentes es la **masificación turística**. Durante los meses de verano, las calles estrechas de Calella se ven abarrotadas de visitantes, lo que dificulta disfrutar de la tranquilidad y la autenticidad que caracterizaban a este pueblo. Las playas, antes solitarias, ahora se encuentran repletas de sombrillas y hamacas, y encontrar un lugar para aparcar se ha convertido en una odisea. Esta creciente afluencia de turistas ha tenido un impacto directo en los **precios**. Los restaurantes, que antes ofrecían una cocina local a precios asequibles, ahora han elevado sus tarifas de manera considerable. No es raro encontrar platos sencillos con precios desorbitados que a mí personalmente me da la risa, ha alejado a muchos visitantes habituales y ha dificultado el acceso a la gastronomía local para los residentes. Precios para ricos de Europa. La **pérdida de identidad** es otro de los aspectos preocupantes. La proliferación de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes de comida rápida ha homogeneizado el paisaje urbano, desdibujando la personalidad de Calella. Los edificios tradicionales se ven cada vez más rodeados de construcciones modernas y poco integradas en el entorno. Es comprensible que los habitantes de Calella quieran beneficiarse del turismo, pero es fundamental encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del patrimonio natural y cultural. Es necesario implementar medidas para regular el flujo de visitantes, fomentar un turismo más sostenible y proteger el entorno natural. Si miras hacia el mar verás unas doscientas embarcaciones destrozando el fondo marino con sus anclas. En conclusión, Calella de Palafrugell se encuentra en un punto de inflexión. Su belleza natural y su encanto la han convertido en un imán turístico, pero la masificación y la subida de precios amenazan con desvirtuar su esencia. Es hora de reflexionar sobre el modelo turístico actual y buscar alternativas que permitan disfrutar de este lugar sin poner en peligro su futuro. ¿Qué opinas tú sobre esta situación?

Experiencia fantástica: Calella de Palafrugell es la joya de la Costa Brava sin duda. Y la platgeta mi cala favorita. Agua cristalina, arena gruesa. De esa que no se te pega ni te deja rebozada como una croqueta. La pena es que al ser una cala pequeña, en verano está súper llena. Mejor ir en otoño.

Experiencia fantástica: Estupenda playa de arena, se adentra de forma poco profunda durante mucho tiempo, así que la temperatura es muy agradable.

Experiencia positiva: Hermosas vistas el agua muy trasparente la arena bastante gruesa y piedras en el agua

Experiencia fantástica: Belle plage, sable grain de taille moyenne. Pas de vague, idéal pour la baignade

Experiencia negativa: Calella de Palafrugell: Entre la Belleza y la Comercialización Calella de Palafrugell, con su pintoresco puerto y sus calas de aguas cristalinas, ha sido durante años un refugio para aquellos que buscaban un escape de la masificación turística. Sin embargo, su encanto natural la ha convertido en un destino cada vez más popular, lo que ha generado una serie de consecuencias que están transformando este rincón de la Costa Brava. Uno de los problemas más evidentes es la **masificación turística**. Durante los meses de verano, las calles estrechas de Calella se ven abarrotadas de visitantes, lo que dificulta disfrutar de la tranquilidad y la autenticidad que caracterizaban a este pueblo. Las playas, antes solitarias, ahora se encuentran repletas de sombrillas y hamacas, y encontrar un lugar para aparcar se ha convertido en una odisea. Esta creciente afluencia de turistas ha tenido un impacto directo en los **precios**. Los restaurantes, que antes ofrecían una cocina local a precios asequibles, ahora han elevado sus tarifas de manera considerable. No es raro encontrar platos sencillos con precios desorbitados que a mí personalmente me da la risa, ha alejado a muchos visitantes habituales y ha dificultado el acceso a la gastronomía local para los residentes. Precios para ricos de Europa. La **pérdida de identidad** es otro de los aspectos preocupantes. La proliferación de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes de comida rápida ha homogeneizado el paisaje urbano, desdibujando la personalidad de Calella. Los edificios tradicionales se ven cada vez más rodeados de construcciones modernas y poco integradas en el entorno. Es comprensible que los habitantes de Calella quieran beneficiarse del turismo, pero es fundamental encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del patrimonio natural y cultural. Es necesario implementar medidas para regular el flujo de visitantes, fomentar un turismo más sostenible y proteger el entorno natural. Si miras hacia el mar verás unas doscientas embarcaciones destrozando el fondo marino con sus anclas. En conclusión, Calella de Palafrugell se encuentra en un punto de inflexión. Su belleza natural y su encanto la han convertido en un imán turístico, pero la masificación y la subida de precios amenazan con desvirtuar su esencia. Es hora de reflexionar sobre el modelo turístico actual y buscar alternativas que permitan disfrutar de este lugar sin poner en peligro su futuro. ¿Qué opinas tú sobre esta situación?

Experiencia fantástica: Vistas increíbles, diversos restaurantes que parece que están abiertos todo el año.

Experiencia fantástica: Buen restaurante para hacer un bocado y todo está bien

Experiencia fantástica: Lloc fantàstic, tranquil, sorra gruixuda, amb ombres a mitja tarda i amb restaurants al costat.

Experiencia fantástica: Preciosa, como siempre, visita mejor de día. Buenos restaurantes

Experiencia positiva: + sus aguas cristalinas son las que hacen que no quieras dejar de ir - en verano suele haber bastante gente y sobre todo ahora es difícil respetar las medidas de seguridad contra el covid19, pero así están todas las playas de la zona.

Experiencia negativa: Calella de Palafrugell: Entre la Belleza y la Comercialización Calella de Palafrugell, con su pintoresco puerto y sus calas de aguas cristalinas, ha sido durante años un refugio para aquellos que buscaban un escape de la masificación turística. Sin embargo, su encanto natural la ha convertido en un destino cada vez más popular, lo que ha generado una serie de consecuencias que están transformando este rincón de la Costa Brava. Uno de los problemas más evidentes es la **masificación turística**. Durante los meses de verano, las calles estrechas de Calella se ven abarrotadas de visitantes, lo que dificulta disfrutar de la tranquilidad y la autenticidad que caracterizaban a este pueblo. Las playas, antes solitarias, ahora se encuentran repletas de sombrillas y hamacas, y encontrar un lugar para aparcar se ha convertido en una odisea. Esta creciente afluencia de turistas ha tenido un impacto directo en los **precios**. Los restaurantes, que antes ofrecían una cocina local a precios asequibles, ahora han elevado sus tarifas de manera considerable. No es raro encontrar platos sencillos con precios desorbitados que a mí personalmente me da la risa, ha alejado a muchos visitantes habituales y ha dificultado el acceso a la gastronomía local para los residentes. Precios para ricos de Europa. La **pérdida de identidad** es otro de los aspectos preocupantes. La proliferación de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes de comida rápida ha homogeneizado el paisaje urbano, desdibujando la personalidad de Calella. Los edificios tradicionales se ven cada vez más rodeados de construcciones modernas y poco integradas en el entorno. Es comprensible que los habitantes de Calella quieran beneficiarse del turismo, pero es fundamental encontrar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación del patrimonio natural y cultural. Es necesario implementar medidas para regular el flujo de visitantes, fomentar un turismo más sostenible y proteger el entorno natural. Si miras hacia el mar verás unas doscientas embarcaciones destrozando el fondo marino con sus anclas. En conclusión, Calella de Palafrugell se encuentra en un punto de inflexión. Su belleza natural y su encanto la han convertido en un imán turístico, pero la masificación y la subida de precios amenazan con desvirtuar su esencia. Es hora de reflexionar sobre el modelo turístico actual y buscar alternativas que permitan disfrutar de este lugar sin poner en peligro su futuro. ¿Qué opinas tú sobre esta situación?

Experiencia fantástica: Muy buena ubicación. Muy concurrida pero la gente se muestra muy educada. A lo largo de la jornada hay relevo de bañistas. De ese modo, los que se van, dejan sitio a los que llegan. Todo muy ordenado. Agua excelente.

Experiencia fantástica: Lugar idílico, muy familiar y mágico. Nos encantó la temperatura del agua ideal.

Experiencia fantástica: Espectacular, muy bonita y de aguas transparentes.

Experiencia fantástica: Desconectante, tranquilo y hermoso

Experiencia fantástica: Un lugar genial para pasar en familia con amigos o con niños, con muy buenas vistas unas playas con un calidad de agua estupenda y sobretodo para la gente que practica el snorkel o pádel surf o cualquier otro tipo de deporte acuático .

Experiencia fantástica: Es un lugar soñado, con varias calitas de agua tranquila para hacer snorkel. Un recorrido para caminar disfrutando la costa y los paisajes.

Experiencia fantástica: Una playa con un entorno espectacular. Recomiendo zapatillas para entrar en el agua y gafas de bucear para hacer snorkel

Experiencia fantástica: Nos ha encantado la playa, pero sobretodo Calella de Palafrugell. Lugar muy acogedor, cálido y familiar. Fuimos a conocer, pero realmente está guapo para pasar más días. Las playas son ideales para ir con niños y para hacer snorkel. Aguas limpias y cristalinas

Experiencia fantástica: Espectacular. Muy recomendable para snorkel.

Experiencia fantástica: Un lugar precioso, arena gordita y el pueblo es encantador!! Se puede nadar muy bien porque hay suficiente profundidad y no había olas. Los peques han disfrutado mucho viendo las especies de peces y estrellas de mar (con la máscara snorkel ). Encontramos dónde aparcar gratis muy cerca de la playa. No está masificada. Restaurantes a pie de playa, con vistas increíbles. Playa recomendable 100%

Experiencia fantástica: Vistas increíbles, diversos restaurantes que parece que están abiertos todo el año.

Experiencia fantástica: Cala grande y amplia. Lo primero a reseñar es el camino de entrada, unos kilómetros antes tienes carteles de camino reservado, si les haces caso no entras, lo mejor es tirar hacia delante hasta el parking. Una vez allí lo mejor es aparcar loas pegado al camino que lleva a la cala o sea al final del parking. Parece una tontería pero cuando vuelves cansado y pasado por el sol se agradece que el coche este allí. Se ahí se coge un camino sin pérdida que lleva a la cala en unos 6 minutos. La arena es el típico picado de piedra de estos lares pero mucho más fino, pero una vez entrado en la orilla del mar ya es arena normal. Para caminar por la orilla al final te raspa los pies. Tiene un chiringuito donde poder comer y beber, por una sin alcohol y una pinta 8'20€, pues hombre, claro te lo ponen allí, así que a callar!! Hay baños públicos y hamacas con sombrillas, ademas puedes alquilar kayak para darte un paseo. En fin, bonita y agradable, pero hay otras que quizá están mejor, claro dependiendo de lo que busques.